03 junio, 2022

La leyenda de K

—Cualquier día me atreveré. Me armaré de valor y saldré. Si hay quien ha sido capaz de salir del armario, ¿por qué no voy a salir yo de la cloaca? Saldré, respiraré el aire puro y veré el mundo luminoso. ¿Quién me lo impide? Nadie. Depende única y exclusivamente de mí. El miedo es tan solo producto de mi imaginación. ¡Ay, cabeza traidora! Eres el peor de todos mis límites. Quizá debería abandonarte aquí para siempre. ¿Te gustaría, cerebro? Yo me voy al exterior a disfrutar de la vida y tu aquí con las ratas, rodeado de las heces de todo el barrio. Pues mira, creo que voy a hacer eso. 

Estas fueron las últimas palabras del pollo antes de cortarse la cabeza, levantar la tapa de la alcantarilla, salir y cambiar el mundo para siempre. A mejor. Así nació la leyenda de K, el pollo sin cabeza.