05 junio, 2022

Cuestión de perspectiva

Una persona va cruzando un paso de cebra tranquilamente, o a buen paso, según sus circunstancias y su ritmo interno, cuando en otro punto, da igual dónde, puede ser en una oficina, o el jacuzzi de la suite real de cualquier pensión de 5 estrellas, por decir dos lugares cualesquiera, se encuentra otra persona, puesta hasta las cejas de cocaína, decidiendo el siguiente golpe de efecto del fondo de inversión que pilota, como el chimpancé kamikaze puesto de anfetas que es, y decide apretar el botón rojo, o el negro, o todos a la vez, y los embalses abren sus compuertas, y mares de agua son liberados, y nos quedamos sin reservas hídricas en plena sequía, y la empresa energética gana millones en minutos, y a la primera persona que estaba cruzando la calle, le subirán la factura de la luz, que no podrá pagar, y la empresa suministradora, que es la misma, se la cortará por impago, y, en fin, por resumir, el del jacuzzi se estára meando en la cara del que cruza el paso de cebra.

Qué locura, ¿verdad? Pues estas cosas suceden a diario. Y te digo otra cosa: salvo que seas uno de los psicópatas que manejan la madeja, te están meando encima, en la cara, en concreto, por el mero placer de humillarte y joderte.

 

Ideal para relajarse mientras te hacen las uñas de los pies en el salón de belleza del balneario.